Grupo Prisa compra Meristation por 600.000 €

601.012 euros. Cien millones de las antiguas pesetas. Ese es el precio
irrisorio que pagará Prisa para comprar Meristation, el principal
portal de videojuegos de nuestro país.

Situado en la posición 32 del índice de tráfico en Internet Alexa –frente al puesto 13 de El País–, el portal que dirige Pep Sánchez es el principal referente mediático de una industria que mueve millones de euros en nuestro país. Una crítica suya, sea positiva o negativa, puede suponer para cualquier gran lanzamiento la diferencia entre un éxito de campanillas o un absoluto fracaso. Sus redactores, verdaderas “estrellas” de este acotado mundo, terminan colocados en los gabinetes de comunicación de las multinacionales del sector.

La historia de la compra de Meristation por Prisa comenzó en enero de 2002, cuando el portal de videojuegos cedió en exclusiva al grupo de Polanco su marca, contenidos y servicios para su explotación, por un periodo de cinco años prorrogable. El acuerdo incluía una opción de compra por 601.012 euros.

En octubre de 2006, a sabiendas de que su valor en el mercado había crecido muchísimo, Meristation denunció el contrato, lo que llevó a Prisa a ejecutar la opción de compra sin más dilación. ¿Resultado? Litigio al canto.

En la sentencia que emitió el pasado 9 de noviembre de 2007 el juzgado de Primera Instancia número 5 de Gerona, la juez Sonia Benítez Puch daba la razón al grupo de comunicación, obligando a Meristation a vender. Además, obligaba al portal a pagar una indemnización de 61.690 euros por daños y perjuicios. Una suma discreta si se compara con los hasta 466.943 euros que exigía Prisa.

Paradójicamente, la juez no discute que Meristation hubiera podido tener derecho a cancelar la opción de compra. Lo que sí dice es que hubiera sido necesario que el portal demostrase de forma fehaciente, y aportando pruebas, que había otra oferta sobre la mesa, o al menos una negociación en firme.

Sin embargo, Meristation sólo aportó dos correos electrónicos en los que el director de la publicación anunciaba a grupos franceses (¿Lagardere? ¿Vivendi?) e italianos (¿Mediaset? ¿RCS? ¿DeAgostini?) su disposición a vender, así como la respuesta de estas compañías, en la que se limitaban a pedir datos más concretos. Nada que el tribunal haya considerado lo bastante serio como para ser valorado como una negociación u oferta. Distinto es el caso de la oferta formulada por Mundinteractivos que, pese a ir en firme, fue efectuada después de que se ejerciese la opción de compra por parte de Prisa.

¿La conclusión de todo esto? Meristation se adelantó al denunciar el contrato, no fue lo bastante ágil para encontrar un comprador serio a tiempo o, al menos, ha sido incapaz de demostrar que sí lo tenía.

De hecho, aunque la juez estimó que los daños y perjuicios deberían haber ascendido a 123.381 euros, decidió rebajar la sanción en un 50% al considerar que Prisa va a poder “hacerse con el negocio de Meristation por un precio muy ventajoso respecto del de mercado, si se tiene en cuenta, por ejemplo, la oferta de Mundinteractivos”.

Para el que no lo sepa Prisacom es la empresa encargada de la elaboración, desarrollo y
explotación de los contenidos del Grupo PRISA en soporte digital y a
través de todo tipo de dispositivos. Gestiona, entre otros, los tres
diarios online del Grupo: ELPAÍS.com, CincoDias.com y As.com,
Los40.com, CadenaSer.com y otros portales e iniciativas en la red como
ParaSaber.com, lalistawip.com o Kalipedia.com
.

¿ QUÉ OCURIRRÁ AHORA CON MERISTATION ?

Ahora está por ver cómo afectará esta iniciativa a la actividad de
Meristation. Consultado al respecto, Pep Sánchez explicó que, hasta que no se produzca una resolución definitiva, no habrá
cambios en la operativa del portal. De hecho, subrayó que ayer aún no
se había tomado decisión alguna sobre una posible apelación.

No me cabe en la cabeza que un grupo como Prisa vaya a contar con los
cientos de chavales que prestan altruistamente sus horas a un proyecto
en el que creen a pies juntillas. En mi opinión terminará convirtiendose en un producto que nacería sin espíritu crítico y con el objetivo
de ser más una empresa rentable que una ayuda a los jugadores, más
parecido a un catálogo de El Corte Inglés que a un medio especializado
.

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